domingo, septiembre 17, 2006

La Escuela Moderna: Los Maravillosos Animales Bailadores.

Here we are again, esta vez para hablar de uno de los mejores fanzines, en mi opinión, del panorama de ésta nuestra nación. Como reseña, ésta es bastante tardía puesto que el documento lleva por ahí suelto desde hace varios meses. Sin embargo, romperé una lanza a favor de las reseñas a destiempo ya que tanta novedad y tanto juzgar una cosa sin que haya terminado siquiera de enfriarse me pone hasta nerviosa. En fin. Aunque ya lleva un tiempo circulando por la red, hasta que no me encontré una versión ya impresa no lo he leido, leer en el ordenador me cuesta. Y quien dice leer dice devorar los artículos de este número. Devorarlos, releerlos y subrayarlos. Pero mi labor aquí no quiere ser la de ir reseñando los artículos uno a uno: para eso ustedes tienen a su disposición de forma totalmente gratuita el fanzine en su blog, así que descarguenselo, imprímanlo, no se, lo que les de la gana.

La cuestión aquí es otra: es actitud. Y a eso vamos. Lo que más me gusta de La Escuela Moderna es que es un fanzine romántico, un fanzine que no dice las cosas con la boca pequeña sino que las proclama sin miedos ni tibiezas. Consiguen contagiarme su entusiasmo, y esa es una de las cosas que me parecen más valiosas en cualquier libro, película o artefacto cultural de cualquier tipo. Que den ganas de levantarse y hacer cosas. No se trata sólo de hablar de referentes y de cosas que a uno le gustan, sino de tornar las cosas legendarias. Hay quien les puede tachar de soberbios y autorreferenciales, pero para mi esa es una de sus mayores virtudes, convertir su propia existencia en gloria y proclamarlo a los cuatro vientos. Basta ya de todo vale y de juicios superficiales y frios.

Soy una persona que está poco versada en temas políticos y filosóficos, poco es lo que he leído al respecto. Pero pienso que no hace falta leerse mil tratados para darse cuenta de que algo falla. El mundo no está organizado para que la gente sea feliz, ni de lejos. A los que no nos gusta chocarnos con los muros de la supuesta realidad a la que estamos sujetos, nos gusta leer fanzines como la Escuela Moderna que cuestionan las cosas a su manera, sin erudiciones impuestas ni lumpen universitario.

Pero, sin embargo, La Escuela Moderna no pretende ser poseedora de la verdad, ni nos proporciona todas las respuestas, como si de un partido político se tratase. Citando a Uri Amat en su artículo sobre los Luditas: “Sólo queria activar vuestras (nuestras) conciencias, aún teniendo claro que ni tenemos todas las respuestas , ni somos totalmente puros (más bien poco)...”. Ya tenemos una frase que puede definir en parte el espíritu de La Escuela Moderna.

Por un lado, tienen esa esencia hedonista, casi nostalgica, de reivindicar los placeres de la vida y lo importante que han sido para nosotros los discos, los libros, las películas (algo en común, creo yo, que tenemos todos los lectores y hacedores de fanzines). Por otro lado, el imperativo de no quedarse en la contemplación y evaluación de obras ajenas sino emprender acciones y cultivar ideas que no tienen otro objetivo que el querer vivir de acuerdo con los ideales que defienden. Pensar, en otras palabras, que aunque el mundo “sea así”, esa no es una excusa para el inmovilismo y la resignación. Primero, debemos saber que las fuerzas que gobiernan nuestras vidas, aunque parezcan inexorables, ni lo son ni por eso tienen que ser justas. Y por otro lado, tienen una postura de la revolución a pequeña escala que francamente me entusiasma, y perdón por utilizar tantas veces el mismo verbo en un sólo texto.

En resumen, sea cual sea el tema del artículo, TODA La Escuela Moderna tiene un carácter tan vital que me dan ganas de saltar del sillón. Nada de amargura, nada de pasividad. Fuera la ironía esteril. Arriba la pasión y la euforia. Salgamos de la apatía macilenta y grisácea y cojamos nuestra existencia por los cuernos, con un ejemplar de la escuela moderna bajo el brazo (¡que además es gratis!).

Escuelamodernistas del mundo, ¡uníos!.


Consigue tu ejemplar aqui:
http://www.laescuelamoderna.blogspot.com/